Aunque parezca mentira y es un aspecto que un recién llegado a este mundo no tiene en cuenta son los pasos. En nuestra sala siempre hacemos mucho hincapié en como hay que andar con un arma en las manos. Parece mentira, pero si no sabemos andar correctamente da igual lo que llevemos entre nuestras manos, será totalmente inútil. El saber cómo mover los pies y nuestro cuerpo respecto al arma que usamos y a nuestro adversario es fundamental ya que es lo que nos permite atacar o defendernos correctamente. Si nos encontramos en algún momento en el que tengamos que acercarnos al oponente si no damos el paso apropiado podemos llegar hasta él, pero debido a la postura incorrecta de nuestro cuerpo seremos incapaces de poder golpearle. También podemos encontrarnos en la situación en la que al intentar llegar hasta nuestro adversario nos topemos primero con su arma y nos empalemos solos con ella. A la hora de defendernos pasa exactamente lo mismo, pero con la dificultad añadida de que no vemos lo que tenemos a nuestra espalda con lo que nos dificulta mucho retroceder.
En un combate muchas veces se juega con las distancias y los pasos para engañar al rival y hacerle fallar. Se puede jugar mucho con los cambios de dirección repentinos en un momento que estemos girando alrededor de él, también podemos dar un paso largo para llegar más lejos que con un paso normal o hacer creer a la otra persona que estamos más cerca de lo que cree para que lance sus ataques y solo de al aire para luego nosotros aprovechar para contraatacar.
Ahora queremos mencionar un pequeño detalle, sobre los pasos. A diferencia de la esgrima deportiva, en la esgrima histórica apenas avanzamos en línea recta debido a que enfrente tenemos la punta del arma enemiga. Usamos muchos pasos diagonales y laterales para poder evitar el auto empalamiento y llegar hasta el enemigo.
Si queréis aprender más sobre los pasos y su ejecución venid a nuestra Asociación y os lo enseñaremos con mucho gusto.
