Esgrima y Genero

Hoy intentaremos añadir nuestro granito de arena en el tema de la igualdad. A primera vista se podría decir que en la esgrima histórica predomina el número de hombres respecto al de las mujeres, de hecho si miráis nuestras fotos la mayoría de veces solo hay hombres en nuestra sala. La razón de esta disparidad de números de género es algo difícil de explicar, ¿podría ser debido al tipo de exposición que hay sobre este arte marcial?, ¿podría ser por razones culturales?, sinceramente es algo que con nuestro escaso conocimiento sabemos explicar. De lo que si estamos seguros, es que llegado el momento de blandir un arma tanto da si eres hombre o mujer, mientras tengas la forma física y los conocimientos necesarios podrás enfrentarte a cualquier oponente.

¿Influye la fuerza física? No, la fuerza física abrumadora te servirá para hundir la guardia de tu adversario, pero hay otras opciones a parar golpes fuertes, podemos retirarnos o esquivarlos hacia los lados. Además, la fuerza física depende de la persona no del género. Si un hombre apenas se ejercita y tiene mala alimentación tendrá menos fuerza que una mujer que está es buena forma física y cuida su salud. Y pasa lo mismo al revés. Algo que si puede ser diferencial es la agilidad y rapidez de brazos, algo que de nuevo no tiene que ver con el género y que con entreno específico se puede conseguir.

Otro aspecto que no debemos olvidar es que al nivel de exigencia física que practicamos la esgrima histórica no es necesaria una gran forma física, con lo que las supuestas diferencias de género son inapreciables. Para nosotros cuando una persona empuña un arma no hay diferencia entre hombre o mujer, simplemente tenemos un adversario delante que nos ofende y debemos defendernos.

Esperamos que esta pequeña reflexión ayude a resolver alguna duda sobre la diferencia de géneros en la esgrima histórica.

Katana VS. Espada Larga

Hoy me gustaría hablaros un poco por encima de la eterna batalla entre las espadas europeas (espadas largas en nuestro caso) y las katanas. La creencia más extendida es que las katanas cortan mucho y las espadas europeas, sobre todo las que se usan a dos manos apenas cortan. Bajo mi experiencia personal diré que esa creencia viene por las películas y series de ambientación medieval, en las que poderosos guerreros enfundados en armaduras completas se enfrentaban a espadazo limpio. Bajo esas circunstancias es normal que una espada por muy afilada que esté solo abolle la armadura, con la correspondiente mella en la hoja de nuestra querida espada. Para luchar contra alguien cubierto de placas hasta en el paladar lo aconsejable es usar otras armas más efectivas contra esas protecciones o si solo tenemos a mano una espada utilizar las técnicas adecuadas para contrarrestar tanto metal. Por el contrario la katana siempre ha sido mostrada como un arma mortífera que de un solo tajo partía en dos al oponente, aunque llevase armadura. De ese efecto “atraviesa armaduras” también podemos culpar al séptimo arte, que para disfrute del espectador queda mejor así en pantalla.

Pero las cosas en realidad no son así, ni unas no cortan ni pan de molde ni las otras cortan la materia como si fuese mantequilla. Vayamos por partes, las dos son armas hechas de acero (generalmente), que luego son afiladas siguiendo unos determinados procesos. Con eso conseguimos dos “barras de acero afilado” con lo cual podrás cortar con las dos más o menos igual. No entraremos en los procesos de fabricación de cada una porque si no este artículo puede quedar muy largo, pero basta decir que a nivel de corte no deberíamos de notar mucha diferencia.

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un tipo de espada y otra? Basta con mirar por encima para ver que las katanas son curvas y que solo tienen un filo, es decir, que no son espadas realmente. Son sables, y los sables están diseñados para cortar, digamos que son más eficientes a la hora de cortar usando las técnicas específicas para ello. En cambio si nos fijamos en las espadas largas europeas vemos que son rectas y que tienen dos filos. Estas espadas son más eficientes a la hora de estocar y cuando queremos realizar diferentes tipos de cortes, jugando con los dos filos.

¿Hemos aclarado algo?, creo que no mucho. Sigamos. Otro aspecto que hemos de tener en cuenta es contra qué luchaban cada arma, que tipo de armaduras portaban los enemigos, en qué condiciones se desarrollaban los combates, que trasfondo social y cultural había detrás de estos conflictos. Cada arma, no solo las espadas, estaba diseñada, ideada y fabricada para matar de la forma más eficiente al enemigo que había en la época. Las espadas europeas funcionaron muy bien hasta que la gente empezó a cubrir su cuerpo con placas, en ese momento aparecieron otras armas que ayudaron a atravesar todo ese metal y llegar a la víctima. En cambio las katanas estuvieron durante mucho tiempo combatiendo el “mismo” tipo de armadura, con lo cual no hizo falta evolucionar su morfología o crear armas diferentes, eso no significa que fuesen peores, simplemente eran eficientes contra el adversario que tuvieron durante todo su tiempo de uso.

Esperamos que esto arroje un poco de luz sobre ese eterno, y creo que sin sentido, debate. Prometemos no tardar mucho más en publicar la siguiente entrada.