Las prisas son malas consejeras

Buenos días a todos. Se que hace mucho tiempo que no subimos nada, aunque solemos tener muchas cosas entre manos no es excusa para no haber dado señales de vida en nuestra página web. En cambio si seguís nuestras redes sociales solemos ir actualizando el estado de nuestros entrenamientos y alguna cosa más.

Bueno al lío, hoy quería hablaros de algo que me he fijado que pasa con los alumnos nuevos y cuando se empieza una disciplina nueva, hay prisa por combatir. En cuanto algún alumno empieza a tener un poco claros algunos de los conceptos básicos, sin dominarlos o a veces sin acabar de entenderlos ya quiere hacer combates dándolo todo. Estas ganas son admirables, pero también peligrosas, podemos cometer el error de acentuar los malos vicios y errores que si no trabajamos en ellos pueden quedarse grabados y más adelante serán aún más difíciles de corregir.

También es verdad que sin practicar no se avanza y sin realizar combates de entrenamiento no mejoraremos y no podremos ver donde cometemos errores. Además combatir nos ayuda a ver en qué puntos podemos destacar y crear así estrategias que se adapten a nuestras capacidades y preferencias. La tarea de los instructores es la de ayudar a los alumnos a mejorar y corregir los errores que vean en nuestros movimientos y guardias, pero también debemos de ser autocríticos y buscar siempre donde podemos mejorar y que podemos corregir.

Estos problemas con las prisas se pueden agravar si empezamos todos con un arma nueva. A todos nos ilusiona y nos apetece aplicar lo aprendido cuanto antes en un combate. Pero nos encontraremos con el problema de que no hay dominio alguno de las posturas, de las guardias ni de las dinámicas para estas armas nuevas. Nos pasó en su momento cuando empezamos con la lanza según Meyer y nos está pasando ahora que hemos empezado con la punta y corte según el mismo autor. Deberemos pasar por un proceso “doloroso” durante las primeras semanas para aprender algo desde casi cero y no poder empezar a probarlo, hemos de aprender las bases muy bien y han de quedar bien fijadas para que cuando estemos en el fragor del combate los movimientos y posturas no se queden solo en “ligeramente inspirados” en lo que debería ser realmente. Hemos de encontrar el equilibrio entre practicar los ejercicios con los compañeros para conseguir memoria muscular y comprender realmente qué estamos haciendo y empezar a combatir para poner en práctica lo aprendido.

¡¡¡VERITAS VINCIT!!!

Joachim Meyer

Últimamente en nuestra sala estamos indagando en las enseñanzas del maestro Joachim Meyer, que vivió en el siglo XVI. Nació en Basilea en 1537 donde fue aprendiz de cuchillero y durante su juventud y debido a ese trabajo viajó mucho donde pudo aprender mucho sobre los sistemas de esgrima. Más adelante, en 1560 se estableció en Estrasburgo, se casó y se unió al gremio de cuchilleros. Por lo visto esa profesión no le apasionaba dado que en 1561 solicitó al ayuntamiento de Estrasburgo el derecho a celebrar una competición de esgrima, debió gustarle la experiencia porque repitió en 1563, 1566, 1567 y 1568. Esta última petición es el primer registro en que Meyer aparece como maestro de esgrima.

En 1570, Meyer completó y publicó un enorme tratado de múltiples armas titulado Gründtliche Beschreibung der Kunst des Fechtens (“Una descripción completa del arte del combate”); Fue dedicado a Johann Casimir, Conde Palatino del Rin, e ilustrado en el taller de Tobias Stimmer. Por desgracia, la publicación del libro le endeudó significativamente, se comprometió a saldar esa deuda antes de la Navidad de 1571.

A fines de 1570, Meyer aceptó el cargo de Maestro de esgrima del duque Johann Albrecht de Mecklenburg en su corte en Schwerin. Allí Meyer esperaba vender su libro por un precio mejor que el ofrecido en Estrasburgo (30 florines). Meyer envió sus libros a Schwerin, y partió de Estrasburgo el 4 de enero de 1571 después de recibir su paga. Viajó durante un duro invierno, llegando a la corte el 10 de febrero de 1571. Dos semanas después, el 24 de febrero, Joachim Meyer murió . Se desconoce la causa de su muerte, posiblemente una enfermedad o neumonía.

Más allá de su vida personal, cabe destacar que el tratado que publicó ofrece enseñanzas y técnicas para cinco armas diferentes: espada larga, dusack, espada ropera, daga y armas de asta. Las explicaciones son muy detalladas y vienen acompañadas por unas ilustraciones muy detalladas de las técnicas que explica en su libro.

Y hasta aquí este pequeño resumen de otro Maestro de Esgrima, si queréis aprender más sobre sus técnicas y enseñanzas no dudéis en pasaros por nuestra sala.

¡¡¡VERITAS VINCIT!!!